Después de un mes de travesía, ya hemos llegado a Dubrovnik, Croacia. El 30 de mayo zarpábamos de Badalona y poníamos ru
mbo a nuestro destino estival.
Hemos tenido tiempo algo inestable pero hemos podido disfrutar de buenas navegaciones, buena pesca, grandes zambullidas y bonitos paseos por los pueblos de la costa.
En la travesía hacia Menorca capturamos un atún y navegamos con una potente tramontana, hicimos escalar en Alguer, en Cerdeña, y navegamos cruzando el estrecho de Bonifacio con 15 nudos del Este haciendo bordos y disfrutando de la maniobra, en las islas Lavezzi llegaron los primeros baños y recalamos en Roma con una sorprendent
e subida de temperatura. El verano había llegado de golpe…..
En la travesía de Roma a Salerno, a pesar de los chubascos, las navegaciones fueron tranquilas y pasamos las noches bien resguardados en los tranquilos fondeaderos y puertos de las islas Pontinas.
Cruzando la costa Amalfitana un chubasco nos invitó a descubrir Cetara, un bonito pueblo pesquero cerca de Salerno donde fuimos gratamente recibidos por un grupo de jóvenes que nos obsequió con un saco de mejillones, graccie!
El 23 de junio volvíamos a cambiar de grupo y zarpábamos hacia las Islas Eolicas. En la oscuridad de la noche las erupciones del volcán Stromboli nos marcaban el rumbo. Tras visitar Stromboli, Panarea y Vulcano nos dirigimos al estrecho de Messina donde una corriente de 4 nudos en contra nos obligaba a navegar lentamente el canal hasta entrar en el mar Jónico. Visitamos Crotone y Santa María di Leuca y una vez en Albania remontamos la costa hasta hacer nuestra entrada en Croacia para disfrutar los dos últimos días de las pequeñas islas cercanas a Dubrovnik: Lopud y Sipan.